Juan Cruz Cigudosa, Secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades de España, interviene durante el panel “China, España e Iberoamérica: redes sociales de conocimiento para afrontar retos globales”, celebrado en el Instituto Cervantes de Beijing, 30 de noviembre del 2024. (Foto: YAC)
Por Yasef Calderón
Dentro del marco de celebraciones por el Día Iberoamericano de la Ciencia, el Instituto Cervantes de Beijing acogió este jueves el panel “China, España e Iberoamérica: redes sociales de conocimiento para afrontar retos globales”.
El encuentro, apoyado por el Grupo de Trabajo de Países Iberoamericanos en Ciencia, Tecnología e Innovación en China, contó con la presencia de Juan Cruz Cigudosa, Secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades de España, y de Marta Betanzos, embajadora de España, en China.
Aunque en ciencia y tecnología, es prematuro afirmar que existe un núcleo iberoamericano fuerte en la cooperación con China, los antedecentes apuntan a que la colaboración entre China y América Latina y China-España se seguirá expandiendo a través de diversos proyectos relevantes como la construcción del Centro de Innovación Alimentaria Sostenible China-América Latina, o la firma de memorandos de entendimiento de España con China para reforzar la colaboración en investigación, tecnología e innovación e impulsar proyectos de energías renovables e hidrógeno verde. Bajo esta brújula, se espera que al crear un “triángulo de la confianza”, articulado bajo un idioma común, desde el Grupo de Trabajo de Países Iberoamericanos en Ciencia, Tecnología e Innovación en China, se logre “tejer” una red del conocimiento para la cooperación pragmática, tanto en vinculación científica como en transferencia tecnológica y financiamiento e inversión conjunta de investigaciones claves ante retos globales como el cambio climático, las crisis sanitaria, la seguridad alimentaria, la eficiencia energética y la defensa de la sostenibilidad y biodiversidad del planeta.
“Creo que es importante liderar, con el resto de la comunidad, tanto China como latinoamericana, las iniciativas de cooperación transnacional. Y además, me vais a permitir que utilicemos la experiencia acumulada por parte de todos los que estamos aquí para que esto sea un viaje de éxito”, afirmó Cruz Cigudosa. Y recordó que unos de los ejemplos más representativos de cooperación científica entre China-España y Latinoamerica ha sido el campus sino-hispánico. De marcada orientación hacia la innovación tecnológica, el campus inició en el 2012 con dos universidades españolas y una universidad china. Una década después se unió México. A día de hoy, el campus mantiene como uno de sus objetivos ampliar su capacidad de convocatoria hacia una mayor representatividad iberoamericana.
“Es un ejemplo vivo de cómo las instituciones de educación superior y las universidades pueden ser motores de transformación social y económica”, sostuvo Cruz Cigudosa.
“La economía del futuro tiene un anclaje muy potente en la tecnología, pero solamente se producirá el verdadero cambio social que uno espera, a partir de la ciencia, si somos capaces de que eso llegue a la sociedad”, añadió.
Moderada por la Dra. Zhang Min, Directora del Centro de Estudios de España de la Academia de Ciencias Sociales de China, dentro del encuentro “China, España e Iberoamérica: redes sociales de conocimiento para afrontar retos globales”, se realizó una mesa redonda que estuvo integrada por Yibo Wang, director del Laboratorio de Energías Renovables del Instituto de Ingeniería Eléctrica; la Dra. Isabel Allona, directora del Centro Biotecnología y Genómica de Plantas, el Dr. Adalberto Noyola, director del Centro de Estudios Mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Dra. Wang Lirong, investigadora principal del Centro de Investigación Frutícola y el Dr. José Manuel Morales, investigador postdoctoral del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
Para irradiar robustez en la cooperación China-iberoamérica, los especialistas pidieron una mejor coordinación en sectores estrátegicos de desarrollo de alta calidad e investigaciones nacionales de alto impacto en temas como el cambio climático, la gestión eficiente de los recursos naturales en un mundo finito, el impacto del envejecimiento poblacional, el lastre de la pobreza en las nuevas generaciones, el mejoramiento de la vida rural y la internacionalización de la educación superior, entre otros temas urgentes. Asimismo, alertaron sobre la necesidad de un mayor intercambio presencial y volumen de información detallada que neutralice la infravaloración de las capacidades del otro, factor que desestimula la iniciativa en cooperación en ciencia y tecnología. Para superar este obstáculo, es imprescindible identificar una serie de sectores prioritarios de cooperación con capacidades e intereses complementarios, y dinamizar entre investigadores iberoamericanos y chinos las nociones fundamentales de movilidad y puntos de encuentro.
Desde 2012, China ha dado prioridad a la innovación científica y tecnológica para impulsar su modernización. Actualmente, con la nómina más grande del mundo en recursos humanos dedicados a la investigación y al desarrollo, el gigante asiático se mantiene a la cabeza en la solicitud de patentes. De igual manera, en el Índice Mundial de Innovación 2023 de la OMPI, China ocupó el puesto 12, y en seis indicadores ocupó el primer lugar del planeta.
Hasta el 2023, China había firmado acuerdos intergubernamentales sobre cooperación trasnacional en ciencia y tecnología con más de 80 países de la Franja y la Ruta. Juntos, han establecido en el extranjero más de 50 laboratorios conjuntos, una veintena de centros de demostración de tecnología agrícola y unos 70 parques industriales que apuestan, a mediano y largo plazo, por la permanencia y la continuidad de los proyectos que ejecutan. Y a pesar del reciente descenso mundial en el consumo, China sigue dominando las exportaciones de alta tecnología, destacándose los teléfonos inteligentes, las máquinas de procesamiento de datos y los paneles solares.
Entre otros logros, se han logrado avances significativos en inteligencia artificial, Internet+, vuelos y exploración espacial, investigación de las profundidades marinas, sistema de navegación por satélite, cuántica, energía nuclear, biotecnología y fabricación de grandes aeronaves y coches de nueva energía.
Recientemente, sesionó en Beijing la décima reunión de la Comisión Mixta Hispano-China de Ciencia y Tecnología. Asimismo, durante la visita del Secretario de Estado, quedó inaugurada la Consejería de Ciencia y Tecnología de España en China. Muchos especialistas del sector coindicen que el primer paso objetivo debería ser obtener tener una imagen mucho más precisa de lo que la otra parte puede ofrecer y de los beneficios que puede reportar este tipo de cooperación, en sus diferentes niveles.
“La cooperación entre China e iberoamérica es un proyecto a largo plazo. No nos tiene que desanimar el fracaso temprano. Hay que seguir y perseverar”, ratificó Cruz Cigudosa. “Algunos frutos ya tenemos, pero es evidente que tenemos como responsabilidad, como dirigentes, de permanecer y perpetuar este tipo de iniciativas y fortalecer los lazos entre diferentes países de diferentes continentes. Este encuentro es un punto de inflexión importante.”
“Nos une la educación, la ciencia y la innovación. Sin educación y ciencia no hay futuro posible”, concluyó Cruz Cigudosa, Secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades de España.