


El proceso de modernización chino constituye una referencia fundamental para los países del Sur Global, no como un modelo rígido a ser replicado, sino como una demostración concreta de que es posible avanzar hacia el desarrollo económico y social, sin recurrir a esquemas neoliberales impuestos desde Occidente, consideró el profesor Javier Badell.
El especialista en relaciones internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais consideró en entrevista con Xinhua que China desempeña un papel central como fuente de dinamismo para la economía mundial, así como actor clave en la promoción del desarrollo y la estabilidad globales.
Badell expresó que la nación asiática desempeña un papel central para la economía mundial, en medio de un escenario internacional marcado por crecientes tensiones geopolíticas, desaceleración económica en varias regiones y cuestionamientos al modelo tradicional de globalización.
"China es un gran actor internacional promotor de la paz y del desarrollo. Su modernización es una gran inspiración para los países del Sur Global, que deberían ver en China no un modelo a seguir mecánicamente, sino la materialización de que existen posibilidades reales de una modernización", aseveró.
Para el entrevistado, la nación asiática inspira al Sur Global hacia un desarrollo sostenible y equitativo, "sin adoptar los modelos neoliberales prefabricados de Occidente que condenan a nuestras naciones a la periferia y a la fragmentación social".
Para Badell, la estrategia china de desarrollo ha logrado combinar crecimiento económico, fortalecimiento del Estado, planificación a largo plazo e inversión en sectores estratégicos, elementos que contrastan con las recetas tradicionales promovidas durante décadas en América Latina y otras regiones en desarrollo.
A decir del entrevistado, la apertura de alto nivel impulsada por China en los últimos años ha generado nuevas oportunidades de cooperación internacional, en especial para América Latina y el Caribe.
Subrayó en tal sentido, la importancia del más reciente documento de política china hacia la región conocido como "libro blanco", que traza las principales líneas de cooperación futura.
"Las oportunidades están abiertas y claras en el último 'libro blanco' publicado para América Latina y el Caribe, donde se invita a la región a participar en las iniciativas de gobernanza global, desarrollo global, seguridad global y civilización global", señaló Badell, al considerar que de manera potencial "se abren las puertas para innumerables áreas de cooperación".
El profesor, no obstante, advirtió que el aprovechamiento pleno de esas oportunidades enfrenta importantes obstáculos derivados del actual contexto geopolítico.
En su análisis, las presiones externas y las políticas de carácter neocolonial limitan los márgenes de maniobra de los países latinoamericanos.
"El problema reside en el contexto geopolítico regional y global, marcado por acciones agresivas de tipo neocolonial por parte de Estados Unidos en nuestra región, así como (...) en el retorno de la doctrina Trump vinculada a la doctrina Monroe, que niega explícitamente la soberanía de las naciones de América Latina y el Caribe", expuso.
En cuanto al papel de China en la promoción de una globalización económica más inclusiva y equilibrada, Badell afirmó que la propuesta china se diferencia de manera sustancial de las iniciativas occidentales, tanto en su versión neoliberal como en aquellas asociadas a intervenciones de carácter colonialista.
"La propuesta china de una globalización inclusiva y soberanista contrasta con las propuestas occidentales, que presentan dos caras de una misma moneda: por un lado, el neoliberalismo, y por otro, las agresiones de tipo colonialista", dijo.
"El modelo de modernización occidental para el Sur Global se basa en una globalización excluyente, neocolonial", sostuvo.
Desde esta perspectiva, el académico consideró que la visión china de una economía mundial abierta, basada en el respeto a la soberanía nacional, la cooperación Sur-Sur y el beneficio mutuo, ofrece una alternativa relevante para los países en desarrollo que buscan reducir desigualdades y fortalecer su autonomía.
El profesor abordó también la evolución del papel de China en las cadenas globales de valor y su contribución futura al crecimiento económico mundial.
A su juicio, el liderazgo tecnológico alcanzado por el país asiático en numerosos sectores industriales marca una tendencia difícil de revertir.
Badell expresó su esperanza de que ese liderazgo tecnológico impulse a los países del Sur Global a desarrollar de manera autónoma y soberana sus propios caminos en el terreno social y económico, además de destacar la importancia de fortalecer el aprendizaje mutuo y la transferencia tecnológica.
"Espero que se incremente el aprendizaje mutuo y la transferencia de tecnología, y que el desarrollo de China sirva de inspiración para que los pueblos del Sur Global puedan alcanzar una vida digna y plena", concluyó.
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