El consulado chino en Río emite una alerta de seguridad en medio de las redadas masivas de la policía local contra grupos criminales

Captura de pantalla de la cuenta oficial de WeChat del Consulado General de China en Río de Janeiro

El Consulado General de China en Río de Janeiro emitió el miércoles una alerta de seguridad urgente, instando a los ciudadanos e instituciones chinas a seguir de cerca la evolución de la situación y evitar los barrios afectados, en el marco de un operativo policial a gran escala contra grupos criminales.

La advertencia se produjo después de que la policía de Río lanzara el martes amplios operativos en varios distritos del norte, incluyendo Alemão y Penha, lo que desencadenó violentos enfrentamientos que han dejado más de 60 muertos. Varias arterias principales quedaron paralizadas y algunas líneas de transporte público fueron desviadas temporalmente a medida que la violencia se extendía por la ciudad, según la cuenta oficial de WeChat del consulado. El centro de operaciones de la ciudad, COR-Rio, también publicó su propio aviso de emergencia y elevó el nivel de riesgo local a 2.

El Consulado General de China instó a los ciudadanos chinos en su distrito consular a mantenerse alejados de las zonas peligrosas, a estar atentos a las actualizaciones oficiales de seguridad y a refugiarse en lugares seguros si se encuentran en una zona afectada, y a abandonarla tan pronto como las condiciones lo permitan. Aconsejó a quienes se enfrenten a emergencias que llamen de inmediato a la policía local y se comuniquen con el consulado.

Funcionarios brasileños confirmaron la gravedad de la operación en curso. "Al menos 64 personas murieron en una redada policial masiva contra el crimen organizado en Río de Janeiro el martes", informó CNN, citando a funcionarios de seguridad. El funcionario agregó que entre los fallecidos se encontraban cuatro policías.

En una publicación en la red social X el martes por la tarde, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, calificó la redada como "la mayor operación en la historia de Río de Janeiro", según CNN.