Por Tariq H. Malik
(Foto: Wang Xiaoying/ China Daily)
En sus casi 12 años de existencia, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) ha experimentado un viaje transformador, convirtiéndose en uno de los proyectos más influyentes del mundo desde el establecimiento del sistema Bretton Woods, que dio origen al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a otras organizaciones de ese tipo.
Después de llamar la atención de muchos y desafiar la hegemonía actual, la BRI es hoy reconocida por su previsión y éxito.
Mientras que la resistencia interna se ha ido transformado en confianza, la resistencia externa ha pasado de pasiva a activa.
Con respecto a la BRI, algunos analistas expresaron cautela. Las preocupaciones se centraban en los compromisos financieros involucrados en el apoyo a los países en desarrollo y en las complejidades de implementar en diversos contextos culturales y económicos. Para algunos, el hecho de proporcionar recursos sin retornos visibles inmediatos planteó dudas sobre el impacto y la sostenibilidad a largo plazo de la propia BRI.
Los detractores basaban su narrativa en que la BRI sería para China una carga, en lugar de un beneficio. Este criterio también se difundió en los medios de comunicación. De hecho, un estudio de investigación reciente, titulado “Una Década de Sentimientos Evolutivos sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta en Revistas de Élite”, capta la esencia de dónde, cuándo, cómo y por qué la narrativa occidental se resiste la BRI, tanto explícita como implícitamente.
La comprensión de la BRI se ha movido internamente en una dirección positiva, y externamente en una trayectoria más crítica. Los gobiernos occidentales, los medios de comunicación y grupos académicos influyentes describieron la BRI de forma desalentadora, mientras glorificaban el sistema Bretton Woods.
Incluso, muchos académicos y grupos de reflexión en Occidente afirmaron que la BRI era una empresa ambiciosa, pero potencialmente "dañina" que crearía -tanto para China como para sus socios globales- más riesgos que probabilidades de éxitos. Paralelo a las advertencias, glorificaban al sistema Bretton Woods, que por sí solo podría abordar todos los problemas económicos globales.
Sin embargo, validada por sus éxitos, la reacción interna inicial sobre la BRI fue cambiando en la medida que se comprendía su estratégica previsión, acentuando que la BRI se ha consolidado aún más porque es el único factor igualador y estabilizador en medio de la agitación global y la desaparición gradual del sistema Bretton Woods.
Ahora, los observadores occidentales están reconociendo la importancia de la visión, el compromiso y la determinación de los líderes chinos y, a pesar de los obstáculos creados por los países occidentales y emergencias como la pandemia de COVID-19, China continúa progresando.
A través de la BRI, China ha estado compartiendo su experiencia en infraestructura y tecnologías industriales con otros países en desarrollo, ayudándolos así a mejorar su infraestructura crítica y potenciar su desarrollo económico. Tales intercambios también han abierto nuevos mercados para las empresas chinas, fomentando el crecimiento de la industria nacional y alineando mejor la oferta y la demanda. La iniciativa también ha permitido a China y a sus países socios poder mejorar sus capacidades industriales, creando un valor a largo plazo y fomentando un crecimiento compartido.
Además, la BRI ha demostrado ser invaluable - como un estabilizador de la economía global- en medio de guerras comerciales y tecnológicas en escalada. Al diversificar las rutas comerciales globales y fomentar vínculos más estrechos con países de Asia, África y Europa, la iniciativa ha ayudado a China a mitigar los riesgos planteados por las interrupciones al comercio libre global y ha abordado crisis naturales y provocadas por el hombre que se avecinan. De hecho, la BRI ha creado una red global resistente que opera libre de las fricciones del sistema Bretton Woods.
Aunque inicialmente fue criticada por atender las necesidades de los países más pequeños y en desarrollo, la BRI ha construido un robusto capital de socios que anteriormente, en muchos casos, fueron pasados por alto por las organizaciones estilo Bretton Woods, excluidos de proyectos clave para el desarrollo global.
Al invertir en infraestructura y proporcionar un apoyo financiero esencial para estos países, la BRI ha forjado asociaciones de largo plazo que funcionan como activos diplomáticos muy valiosos para China y han ayudado a difundir su influencia en todo el mundo, creando oportunidades para un crecimiento compartido.
El éxito de la BRI ha permitido la emancipación del sistema Bretton Woods y la capitalización de los mecanismos de coordinación para un desarrollo inclusivo y efectivo, creando condiciones favorables para el crecimiento de la infraestructura, la tecnología y los sectores industriales.
La visión de China sobre la conectividad global y la inclusividad también se alinea con las necesidades y visiones de sus países socios. Este "efecto bloqueo" ha influido en el desarrollo global, beneficiando tanto a China como a sus socios comerciales dentro de un ciclo de innovación y crecimiento que se refuerza mutuamente.
Una vez verificado el gran éxito BRI, y aunque la mayor parte del mundo reconoce el valor y los beneficios que aporta la BRI.como era de esperar se manifiesta cierta resistencia occidental intensificada.
La lente que debemos utilizar para evaluar la BRI no es un análisis inmediato de costo-beneficio, sino más bien el costo que habría tenido BRI si no hubiera existido.¿Sin la BRI, cuáles habrían sido los impactos de la guerra comercial de EE. UU. y las restricciones a las exportaciones de bienes y tecnologías hacia China?
Es hora de que los escépticos que van quedando dejen de lado su sesgo y reconozcan que la BRI es ya una piedra angular del desarrollo global.
El autor es profesor de estudios de innovación en la Universidad de Liaoning, China.