Foto de Óscar Rueda
Por Yasef Calderón
El entorno de negocios en China para las empresas extranjeras ha ido ganando en apertura, madurez y confianza. A día de hoy, el gigante asiático sigue resaltando por su sólido crecimiento económico, su enorme y expansivo mercado y una optimización del entorno empresarial que busca ofrecer renovadas oportunidades para el capital foráneo.
Óscar Rueda, director de ProColombia en China, con sede en Beijing, considera que “las recientes políticas, como la reducción de restricciones en sectores clave, la expansión de las zonas de libre comercio y la flexibilización de requisitos, entre otras, reflejan el compromiso de China por integrar cada vez más su economía al mercado global”.
“El sector manufacturero en China, una de las áreas clave de su economía, ha sido impulsados en parte por la inversión extranjera, que ha facilitado el intercambio de tecnología y conocimiento. En este sentido, China reconoce el valor de la inversión foránea como un motor de crecimiento económico y continuará promoviendo la llegada de capital extranjero a sectores estratégicos, que contribuyan a la modernización de su economía”, afirma el economista colombiano.
Entre las reformas de los últimos años, los analistas coinciden en señalar la Ley de Inversión Extranjera, en vigor desde el año 2020, como un “antes y un después” para la inversión y los negocios foráneos dentro de China. Con la derogación del antiguo cuerpo normativo, ahora todas las empresas extranjeras alinean su estructura organizativa con las normas locales, bajo la Ley de Sociedades de China. Este ajuste estratégico normaliza y eleva el nivel de protección de la inversión y el emprendimiento extranjeros.
Desde años recientes, las exportaciones colombianas a China se benefician indirectamente de la nueva Ley de Inversión Extranjera, y las reformas vinculadas. Los protocolos sanitarios firmados en 2023 (carne bovina, quinua) y la gestión de ProColombia en China, liderada por Óscar Rueda, se desarrollan hoy en un entorno de negocios mucho más accesible para las empresas colombianas.
“China ha mantenido una política de apertura económica y, según el “Plan de Acción para Estabilizar IED en 2025”, esta política continuara siendo un pilar clave de su estrategia económica·”, precisa Rueda al Diario del Pueblo digital. “Las cifras recientes muestran un crecimiento constante de la inversión extranjera en China, lo que reafirma su posición como un destino estratégico para empresas de todo el mundo."
Y aunque la presencia de empresas colombianas en el mercado chino ha sido limitada, se van registrado “esfuerzos significativos para establecer y fortalecer relaciones comerciales e inversiones”.
“Principalmente tenemos empresas de manufacturas colombianas, que cuentan con oficinas de suministro en China, lo que les facilitará estar a la vanguardia sobre los últimos desarrollos tecnológico de los productos en sus respetivos sectores, y la distribución efectiva de los bienes”, sostiene el director de Procolombia en China.
En 2024, el comercio entre Colombia y China evidenció un crecimiento significativo, consolidando a China como uno de los principales socios comerciales de Colombia. De acuerdo a proyecciones basadas en datos parciales de Analdex, las exportaciones colombianas a China en 2024 se estiman en aproximadamente 2.500 millones de dólares, un crecimiento interanual de más de un 20%.
En octubre de 2023, durante la visita del presidente colombiano Gustavo Petro a China, se firmaron gratos acuerdos de cooperación. El mercado chino, abierto para comprar carne bovina colombiana, estima ganancias a mediano plazo de cerca de 1.000 millones de dólares anuales. Asimismo, Colombia ya formalizó su interés de unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, instrumento impulsor del comercio y la inversión de doble vía.
Con la vigente optimización del entorno de negocios en China para las empresas extranjeras, se augura una mayor presencia de empresas colombianas del sector agroalimentario, que buscan posicionar sus productos en China.
“Pueden abrir oficinas comerciales en China, lo que les permitiría conocer de primera mano los cambios y tendencias del consumidor, y también ejecutar una estrategia comercial mucho más eficiente para la venta de sus productos”, sugiere Rueda al Diario del Pueblo digital. Y recuerda que “comparado con otros continentes, la inversión de América Latina en China es todavía limitada”.
“Veo posibilidades, sobre todo de empresas del sector agroalimentario y manufacturero que puedan empezar a establecer operaciones en este mercado”, reconoce.
Entre los elementos que necesitan mejor “combustión” para incentivar la inversión y la presencia de negocios extranjeros en China está dinamizar la demanda interna. El consumo minorista sigue reflejando cifras discretas. De acuerdo al Banco Mundial, el promedio global fue de 62.92%, mientras que en el gigante asiático se registro entre un 35% y 40%. Otro componente a poner en perspetiva es el alto índice de ahorro per cápita, que compite directamente con el gasto minorista corriente y el gasto a crédito. Los hogares chinos ahorran entre el 30% y 40% de su renta disponible, una de las tasas más altas del mundo. Por otra parte, el consumo financiado por el crédito ha crecido, aunque sigue siendo menos utilizado que en las economías occidentales. En este sentido, Bloomberg reportó que el crédito al consumo se amplió en un 8-10% anual.
A favor, cabe señalar que el auge del comercio electrónico y el aumento del poder adquisitivo en ciudades de segundo y tercer nivel, unido a la revitalización rural y a las políticas de fomento al gasto corriente, han ayudado a ir estrechando la brecha. Para este año, se calcula que el consumo chino aporte entre un 40 y un 45% al PIB, alrededor de un 5% superior internual.
De cara al futuro, Óscar Rueda destaca que a mediano plazo “China va a reducir su dependencia de productos agrícolas estadounidenses”.
“Colombia podría aprovechar esta oportunidad para posicionar más productos sobre todo para nuestra carne de res, la cual ya tiene acceso a este mercado, y poder complementar esa cuota de mercado que actualmente tiene EE.UU”
Asimismo, la política de EE.UU. de reducir su dependencia de la manufactura china podría generar cambios en las cadenas de suministro. En este contexto, proyecta que “las empresas colombianas podrían aprovechar estas transformaciones para insertarse en las nuevas cadenas de suministro, y fortalecer su presencia en los mercados internacionales”.
“China ha demostrado una clara voluntad de diversificar sus importaciones y fortalecer el comercio con América Latina, incluyendo a Colombia” concluyó Rueda.