Por István Ojeda Bello
Si nos guiamos por los granos de maíz puestos a secar sobre el piso frente a las casas, por la ropa recién lavada colgada sobre tallos de bambú o por las arrugadas facciones de un herrero que vende azadas, en la provincia de Shaanxi parece no haber pasado el tiempo. Sin embargo, desde esa tradición se impulsan los bienvenidos cambios que han generado el incesante e inclusivo desarrollo chino. Los pagos digitales, códigos QR, autos ecológicos y lavadoras inteligentes conectadas al Internet 5G también forman parte de la cotidianidad, tanto urbana como rural.
En esta provincia del centro geográfico e histórico de China, vio templarse el acero revolucionario que sacó al país de la humillación y la pobreza. Ese empuje, primero, encontró refugio en las cuevas habitables, muy comunes desde la antigüedad en los alrededores de la ciudad de Ya'an como un modo rápido, barato y seguro de construirse una casa. Tanto que hasta el año 2016 estas oquedades de techo abovedado y cavadas en las laderas de las montañas arcillosas aún eran en hogar de los residentes de esta urbe de unos dos millones de habitantes. Todavía su impronta es notable en los arcos de las ventanas de edificios modernos y de otros de notoriedad como el que en 1945 acogió al séptimo Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh).
A otra cueva habitable, pero en la aldea de Liangjiahe, en 1969 llegó desde Beijing para pernoctar durante siete años un muchacho que quienes lo conocieron entonces lo describirían como nada quisquilloso a la hora de comer y dispuesto a ayudar a los demás. Entre las siembras y el sudor de estos parajes sabría del valor de cada grano del cereal y formaría su carácter de trabajador sobrio y enemigo del despilfarro, comentó luego al recordar esta etapa definitoria de su vida, el actual secretario general del PCCh y presidente del país, Xi Jinping.
En esta provincia otras señales claras de los cambios y de sus protagonistas actuales llegan desde la aldea de Nangou, pueblo de Gaiqiao que eliminó la pobreza extrema del 12 por ciento de su población. Allí el liderazgo del Partido fue clave para afrontar esa situación, dicen sus representantes. Desde esa organización, precisan, articularon las iniciativas de transformaciones en la gestión de la propiedad y explotación intensiva pero ecológica de la tierra, así como en la diversificación de la economía local y en la promoción del autogobierno.
A este cuadro de transformación puede añadírsele los progresos de los cinco principales centros que aglutinan a más de 100 empresas de la industria de los juguetes afelpados de Hengkou cuyos peluches surten tiendas de los Estado Unidos y Europa; o desde el distrito de alta tecnología de Ankang cuyos conceptos de ordenamiento urbano articulan el establecimiento de empresas en armonía con las zonas residenciales, de servicios e infraestructura, sin olvidar el componente ecológico del proceso.
Desde 2019 fue abierta esta nueva comunidad de reubicación en el distrito de Hanyin siguiendo tres principios: el Comité comunitario, el parque industrial agrícola y las fábricas comunitarias. Al tiempo que se les garantiza a sus residentes el acceso a los servicios básicos. (Foto:István Ojeda Bello)
Dicha arista de progreso encabezado por la bandera roja de la hoz y el martillo es palpable igualmente en el poblado de Chang' an, distrito de Pingli; y en la comunidad de Ziyunnanjun, distrito de Hanyin. Ambas reflejan la política promovida por el PCCh de mejoramiento de las condiciones de vida de su población rural. Este paso implicó aquí la reubicación de más de tres millones de residentes de esta provincia en apartamentos o urbanizaciones con todos los servicios integrados. Empero, responde la líder de la organización de base del Partido. Ella está al frente de los 16 militantes residentes en esta comunidad que agrupa a más de dos mil personas. En la misma, explica, se han cuidado mucho de mantener la conexión de quienes llegan de decenas de aldeas dispersas mediante la inclusión de cultivos en las inmediaciones de sus nuevas viviendas o con su vinculación a proyecto de agricultura intensiva.
“Si un tren corre rápido es porque su locomotora, el Partido, lo hace bien”, dice uno de sus militantes en aldea de Nangou, frase que resume una variable clave para comprender buena de la ecuación que define el progreso de la China actual.