Muniwara Hameed, de 39 años, es una ex proveedora de comidas escolares que ha visto su vida trastocada a raíz de la crisis económica que afecta a Sri Lanka. (Foto: Cortesía del Programa Mundial de Alimentos)
Por Shen Weiduo
Los esfuerzos de China para garantizar la seguridad alimentaria de sus ciudadanos y las lecciones sobre la producción agrícola y la protección de las personas más vulnerables son realmente importantes para otros países de Asia, precisó Anthea Webb, directora regional adjunta para la Región de Asia y el Pacífico del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, y advirtió que una crisis alimentaria en Sri Lanka puede expandirse hacia otros países de la región.
"Lo que vemos en Sri Lanka en este momento es que la gente ha comenzado a comer menos, comenzaron a saltarse algunas comidas ... así que a veces la madre primero alimenta a sus hijos y al resto de la familia, y luego le queda muy poco para sí misma ...", relató Webb durante una entrevista exclusiva.
Webb precisó que el Programa Mundial de Alimentos ha comenzado su primera distribución de vales de supermercado para mujeres embarazadas que viven en las partes más pobres de Colombo.
"Esa es la forma más rápida para que los ayudemos a lidiar con un aumento del 57 por ciento en el costo de los alimentos. Trabajaremos con las comunidades que distribuyen alimentos y vales de emergencia para que no caigan aún más en la pobreza", aseguró.
Para Webb, el problema de Sri Lanka reside en algunos factores bastante específicos, aunque ahora el Programa Mundial de Alimentos también está preocupado por destino de otros países asiáticos.
“Sri Lanka puede ser el primero de varios países que enfrenten dificultades", afirmó la alta funcionaria de Naciones Unidas.
"Los países que dependen en gran medida de los alimentos importados, que tienen altos índices de deuda y cuya economía estaba vinculada a Ucrania o Rusia están en mayor riesgo", agregó.
Rusia y Ucrania son importantes productores y exportadores de varios productos básicos, incluidos el trigo, el maíz y el aceite de girasol y los fertilizantes.
Webb considera que el desafío con los alimentos es que siguen el ciclo de la naturaleza, sin poder apelar a soluciones rápidas debido al momento.
"No se puede simplemente plantar más arroz o trigo hoy y esperar a tener una cosecha lo suficientemente grande como para cubrir el déficit de tiempo para cuando se necesite", explicó.
"Los cambios toman tiempo porque dependemos de las estaciones, y de fertilizantes y semillas que también son muy caros en este momento", recordó Webb.
Al señalar que la crisis alimentaria es un problema global que todos hasta cierto punto están sufriendo, la regional adjunta para la Región de Asia y el Pacífico del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas también pidió a todos los países y a todas las personas que "encuentren en sus corazones la generosidad para tratar de asegurarse de que sus familias y comunidades satisfagan sus necesidades básicas".
Al comentar sobre los esfuerzos de China para garantizar la seguridad alimentaria de sus 1.400 millones de pobladores, en medio de temores de una posible crisis alimentaria mundial, Webb lo llamó "una señal de determinación para garantizar que toda su población tenga acceso a una dieta saludable".
"El resto del mundo estaría mucho peor si ese no fuera el caso", recalcó Webb. "Sé que si China recurriera aún más a los mercados mundiales, entonces ciertamente veríamos precios mucho más altos de los que tenemos hoy. Así que eso es muy, muy importante".
Para garantizar la seguridad alimentaria, China ha tomado una serie de medidas, tanto a largo como a corto plazo: diseño agrícola temprano, sistema de reservas nacionales bien establecido y un mecanismo de emergencia vertical. Con apenas el 9 por ciento de la tierra cultivable del mundo, los funcionarios chinos y los actores de la industria han garantizado la seguridad de los productos básicos.
"Las lecciones que China ha generado en términos de lo que funciona para la producción agrícola, para los sistemas que protegen a las personas más vulnerables, son realmente importantes para que el resto de esta región aprenda de su experiencia", subrayó Webb.
Anthea Webb (al centro) durante sus días como directora del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas. (Foto: Cortesía del Programa Mundial de Alimentos)