Foto aérea tomada el 1º de febrero del 2021 que muestra el sitio de construcción del ferrocarril interurbano Hangzhou-Shaoxing-Taizhou, en la provincia de Zhejiang. (Foto: Xinhua)
Por Xie Jun
A medida que el 2022 se pone en marcha, China invierte más en infraestructura y proyectos de construcción. A un mayor ritmo que a principios del 2021, y en medio de desafíos como el resurgimiento del coronavirus y las presiones del gobierno de Estados Unidos, el país busca aumentar el crecimiento de su PIB.
Los economistas precisaron que tales acciones impulsarán el crecimiento económico de este año, cifrado en más de un 5 por ciento, aunque advirtieron sobre riesgos potenciales, incluida la escasez de mano de obra y el aumento de los costos de producción.
Apenas transcurridas las dos primeras semanas del año, China ha anunciado o puesto en marcha grandes proyectos de infraestructura con una inversión total de más de 3 billones de renminbi (471.000 millones de dólares), precisan datos publicados por los gobiernos provinciales. Del 1º al 19 de enero del año pasado, apenas se anunciaron alrededor de 1,2 billones de renminbi de grandes proyectos de infraestructura.
Hasta la fecha, alrededor de 10 regiones a nivel provincial habían celebrado ceremonias de inauguración de proyectos de infraestructura, incluidas Shanghai, Sichuan, Jiangsu y Hebei.
Entre ellas, Hebei lidera en términos de escala de inversión con 695 proyectos clave y una inversión total de 1,12 billones de renminbi. Zhejiang está en segundo lugar con 358 proyectos importantes y una inversión total de 638.600 millones de renminbi.
A juzgar por los datos públicos, resaltan los proyectos de transporte. La ciudad de Xiamen comenzó el 5 de enero a construir un nuevo aeropuerto. Con una inversión planificada de 53 mil millones de renminbi, la nueva infraestructura ha sido definida por los medios nacionales de comunicación como uno de los más destacados entre los 130 proyectos de la urbe.
"Después de la creación del ferrocarril China-Laos, se implementarán los proyectos de transporte circundantes en la provincia de Yunnan, mientras que la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) desencadenará proyectos de infraestructura que puedan facilitar el comercio", explicó Tian Yun, ex subdirector de la Asociación de Operaciones Económicas de Beijing.
Otro punto destacado son los proyectos de infraestructura relacionados con las industrias de alta tecnología. Por ejemplo, Shanghai firmó acuerdos para proyectos relacionados con drones e investigación y desarrollo biomédico.
Por su parte, la provincia de Anhui ha sido testigo del inicio del proyecto de fabricación de piezas centrales de automóviles de nueva energía de la marca BYD, mientras que la provincia de Hebei acometará más de un centenar de proyectos relacionados con industrias emergentes, que van desde módulos de componentes electrónicos hasta vidrio digital.
Los analistas han señalado que, en un momento en que hay pocas espectativas en otros motores del crecimiento, el comercio y el consumo, el Gobierno Central acelera la construcción de infraestructura para estimular el crecimiento económico, una acción fundamental en medio del resurgimiento del COVID-19 en el mundo.
"El débil consumo y la caída de las expectativas de crecimiento económico significan que China necesita estimular el crecimiento económico a través de proyectos de infraestructura y dinamizar la celeridad del primer semestre del año", subrayó Zheng Lei, economista jefe de Glory Sun Financial Group.
Zheng añadió que el progreso de los principales proyectos de infraestructura del año pasado estuvo por debajo de lo previsto, y algunos se pospusieron para este año.
Sin embargo, los analistas consideran que la construcción de infraestructura de China no es un caso de estímulo a gran escala como lo fue hace varios años, ya que la escala de inversión todavía está a un nivel moderado.
"La inversión de este año en infraestructura tiene un ajuste menor que las políticas del año pasado, cuando el gobierno se abstuvo de la inversión en infraestructura a gran escala para evitar agregar presión inflacionaria", recordó Tian. Y advirtió sobre los riesgos potenciales como una disminución en el número de trabajadores de la construcción.
"Como hay menos trabajadores migrantes disponibles, ¿tendrán las empresas de construcción que “desviar” trabajadores de empresas manufactureras privadas? Además, ¿pueden esos proyectos cumplir con los requisitos chinos de protección ambiental, que suelen aumento los costos?"
Hu Qimu, investigador jefe del Instituto de Investigación Económica Sinosteel, destacó que China, en función de las situaciones de coronavirus podría ajustar su inversión en infraestructura.
"Si el coronavirus disminuye para finales de este año, es posible que los proyectos de infraestructura se desaceleren y el consumo siga siendo el pilar del crecimiento económico del país", concluyó.
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