Logotipo de la sede de la Organización Mundial de la Salud antes de una reunión del Comité de Emergencia sobre el nuevo coronavirus (2019-nCoV) en Ginebra, Suiza, el 30 de enero de 2020. [Foto / Agencias]
Ginebra, 27/04/2020 (El Pueblo en Línea) - A medida que la cifra mundial de muertes en la pandemia de COVID-19 se disparó hasta superar las 200.000 el domingo, la Organización Mundial de la Salud advirtió contra el "pasaporte inmunitario" para pacientes recuperados, visto como una posible herramienta para los países que se preparan para reabrir sus economías.
La OMS se opone a tal "pasaporte" porque la recuperación del paciente que ha tenido el virus podría no proteger a una persona de la reinfección.
"Actualmente no hay evidencias de que las personas que se han recuperado de COVID-19 y tengan anticuerpos estén protegidas de una segunda infección", dijo el organismo de salud en un comunicado.
El total de casos en todo el mundo aumentó a 2,86 millones y las muertes superaron los 200.000, duplicándose desde el 10 de abril, según la OMS y un recuento de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.
La mayoría de las muertes se produjeron en EE.UU. Más de 900.000 personas se infectaron con el virus hasta el sábado en el país, y el número de muertos superaba los 52.000, según el recuento.
Según una nueva investigación, es probable que el virus se estuviese propagando en varias ciudades de Estados Unidos "mucho antes" de lo que los estadounidenses piensan.
"Incluso a principios de febrero - mientras el mundo se enfocaba en China - el virus no solo se estaba propagando en varias ciudades de Estados Unidos, sino que también estaba propagando focos de infección en otras partes de Estados Unidos", dijo un informe de The New York Times el jueves.
En las cinco principales ciudades de EE.UU (Nueva York, Boston, San Francisco, Chicago y Seattle), solo había 23 casos confirmados de COVID-19 hasta el 1 de marzo.
Sin embargo, según un modelo de propagación de la enfermedad realizado por investigadores de la Northeastern University, "en ese momento podría haber habido unas 28.000 infecciones en esas ciudades", según el informe.
El virus se propagó en la costa oeste de EE.UU semanas antes de lo que inicialmente se creía, según una nueva información publicada el martes por el condado de Santa Clara, California.
Patricia Dowd, una mujer de San José de 57 años, murió en su casa el 6 de febrero.
Jeffrey V. Smith, ejecutivo del condado de Santa Clara, dijo en una entrevista con la Agencia de Noticias Xinhua que "hasta ahora, esta es la muerte más temprana en Estados Unidos".
Dowd y otro hombre de 69 años que murió en su casa el 17 de febrero no tenían un "historial de viajes significativo", dijo la funcionaria de salud pública del condado, Sara Cody.
"Aparentemente, estos pacientes contrajeron la enfermedad por la propagación de la comunidad. Esto sugiere que el virus estaba circulando en el Área de la Bahía en enero al menos, aunque probablemente antes", dijo Smith a Xinhua.
Anteriormente, la primera muerte estadounidense conocida por el virus fue el 29 de febrero en Kirkland, en el estado de Washington.
Mientras tanto, las empresas y los gobiernos compiten para desarrollar tratamientos y, finalmente, una vacuna contra el virus.
El viernes, la OMS dijo que se unirá con los gobiernos y el sector privado en una iniciativa para acelerar el desarrollo, la producción y el acceso a los nuevos diagnósticos, terapias y vacunas COVID-19.
"Solo detendremos el COVID-19 con solidaridad", dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia virtual en la que participaron líderes de gobiernos, organizaciones internacionales y corporaciones.
Dijo que los países, las agencias de salud, los fabricantes y el sector privado deben actuar juntos y garantizar que los frutos de la ciencia y la investigación puedan beneficiar a todos.
La OMS ha comenzado su cooperación con investigadores de todo el mundo en diagnósticos, terapias y vacunas desde enero. Pero dijo que el desafío es acelerar y armonizar los procesos para garantizar que una vez que los productos se consideren seguros y efectivos, puedan llevarse a miles de millones de personas en el mundo que los necesitan.
"El mundo necesita estas herramientas, y las necesita rápido", dijo Tedros, al anunciar la colaboración conocida como Access to COVID-19 Tools Accelerator, o ACT Accelerator.
Dijo que la experiencia pasada ha enseñado al mundo que incluso cuando las herramientas están disponibles, no han estado igualmente disponibles para todos. "No podemos permitir que eso suceda", dijo.
"En un mundo interconectado, ninguno de nosotros está a salvo hasta que todos estemos a salvo", dijo el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
"No es una vacuna o tratamiento para un país o una región o la mitad del mundo - sino una vacuna y un tratamiento que sean asequibles, seguros, efectivos, fáciles de administrar y disponibles universalmente - para todos, en todas partes", dijo.
Guterres dijo que un mundo libre de COVID-19 requiere el esfuerzo de salud pública más masivo de la historia.