Joven británico echa de menos pago móvil al estilo chino cuando vuelve a casa

"Al volver a casa no me acostumbro y extraño Alipay, WeChat y Waimai (aplicaciones móviles chinas para pagar por móvil, mensajería instantánea y ordenar comida a domicilio, respectivamente)", afirma un joven estudiante británico Joe Trevitt, cuyo nombre en mandarín es Yun Zirui. El muchacho, de 23 años, se ha adaptado a la aplicación Alipay para pagar todo y cree que todo tiene solución gracias al teléfono móvil, no importa a dónde vayas ni lo que hagas.

Yun, quien lleva más de dos años estudiando en el país asiático, es un alumno de la Universidad de Idiomas Extranjeros de Dalian, en la provincia nororiental china de Liaoning. Respecto al pago móvil, el joven resalta las dos cosas que más le impresionan: el cambio a la hora de comprar los billetes de los autobuses escolares y la amplia difusión y uso del código de respuesta rápida, una especie de código de barras que permite identificar pagos concretos.

De acuerdo con Yun, desde el segundo semestre del año pasado puede pagar por el móvil el billete de autobús escolar ya antes de que bajar del vehículo, ya que hay personas que se encargan de cobrar escaneando el código de respuesta rápida. "El pago móvil es muy cómodo", destaca Yun. "Ahora podemos hacer todo con el móvil: desde pedir un taxi, o comida para llevar hasta comprar en línea".

En China el código de respuesta rápida está ampliamente difundido y Yun, que se ha acostumbrado a esta situación, cuando va a pagar en Reino Unido saca el móvil de forma natural.

La estudiante peruana Nicole Polanco se encuentra de visita en Beijing y publica fotos en WeChat del bingtanghulu, un bocadillo hecho con baya de espino, y dos botellas de yogurt, que han comprado mediante su teléfono móvil. "El pago móvil es muy fácil de usar, no hace falta llevar cartera y basta con mi teléfono cuando salgo, especialmente cuando voy de viaje", añade.

El pago móvil de estilo chino no sólo ha cambiado algunos aspectos de la vida de Yun Zirui y sus amigos, sino también ha modificado sus costumbres diarias. Por eso, Yun espera que sus familiares también puedan experimentar estas ventajas lo antes posible.